Una investigación de la Universidad Autónoma de Chile reveló que el teletrabajo mejoró el bienestar mental de los chilenos, especialmente debido a la flexibilidad horaria y la eliminación de los largos desplazamientos a la oficina, lo que redujo el estrés y aumentó la satisfacción laboral.
Sin embargo, los beneficios no son universales. Según un estudio de la revista ARS MEDICA, el 45% de los trabajadores remotos presentó síntomas depresivos, en comparación con un 30,9% de quienes trabajaban presencialmente. Las causas incluyen el sedentarismo, el insomnio, el tiempo excesivo frente a pantallas y el aislamiento social.
Por otro lado, un análisis publicado en la revista Ciencia y Enfermería mostró que, aunque el teletrabajo se correlaciona positivamente con la satisfacción laboral, también está asociado con un aumento del estrés y dificultades para equilibrar la vida personal y laboral. Los trabajadores, sin embargo, adoptaron estrategias resilientes para afrontar los efectos negativos de esta modalidad.
Además, un informe del Instituto de Salud Pública de Chile subraya la importancia de implementar estrategias preventivas que promuevan la salud mental en el trabajo, ya que esto no solo previene enfermedades, sino que también mejora el bienestar y la productividad de los empleados.
Para manejar los efectos negativos del teletrabajo, es crucial establecer horarios definidos, fomentar pausas activas, mantener interacciones sociales saludables, equilibrar la carga laboral y cuidar la rutina de sueño y alimentación. El teletrabajo llegó para quedarse, pero su impacto dependerá de cómo se gestione el equilibrio entre la productividad y el cuidado de la salud mental.